“ Me siento varón así­ como fémina al idéntico lapso ”

“ Me siento varón así­ como fémina al idéntico lapso ”

Hasta que los mГ©dicos descubrieron que Edward serГ­В­a intersexual y dieron con el tratamiento apropiado pasГі mucho tiempo asГ­В­ como sufriГі demasiado. Thomas Kern/swissinfo.ch

A los 16 años de vida Edward supo que es intersexual. Un conclusión que ha revolucionado su vida. Luego sobre “años sobre pesadillas”, ha aprendido a aceptarse aunque aún a menudo se notan incomprendido. Este mozo ginebrino sobre 32 años lamenta que los médicos nunca le tomaran más en asentado.

Soy redactor residente en Berna; estoy particularmente interesada en temas http://datingmentor.org/es/plenty-of-fish-review/ sociales, No obstante tambiГ©n en diplomacia asГ­В­ como redes sociales. Con anterioridad trabajГ© Con El Fin De medios regionales, en el equipo sobre transcripciГіn de el Journal du juramento y no ha transpirado sobre Radio juramento bernois.

Varón desplazándolo hacia el pelo chica. Odio y apego. Emoción y no ha transpirado desesperación. Son muchos los antagonismos que realizan diferente a Edward y lo convierten en un astro desconcertante. Esta es la historia de un “duro bastante sensible”, como se define el novio exacto. La leyenda sobre la lucha por ser comprendido por la humanidad a la que le cuesta –y mucho– entender la desigualdad.

QuГ© significan las siglas LGTBIQ?

Este acrГіnimo se usada Con El Fin De designar a lesbianas, gays, seres transgГ©nero, bisexuales, intersexuales y queer. Con el fin de definir las distintas orientaciones sexuales e identidades sobre gГ©nero van surgiendo nuevos tГ©rminos.

Sin embargo, atrГЎs de cada una sobre esas tГ©rminos se esconden historias de individuos cuyas vidas en ocasiones han producto difГ­ciles. Diferentes, simples. AsГ­В­ como la totalidad de, Гєnicas. AsГ­ que hemos dedicamos esta grupo sobre artГ­culos a retratar a las personas que hay atrГЎs de cada Algunos de los tГ©rminos que componen el acrГіnimo LGTBIQ.

Queremos darles la expresiГіn desplazГЎndolo hacia el pelo revivir con ellas las sueГ±os, logros y reivindicaciones. Esta gama se publicarГЎ en suwisinfo.ch a lo generoso de las prГіximas semanas.

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Apoyado unido a su madre, Kate, en la acogedora sala de estar sobre la residencia familiar con una panorГЎmica impresionante del puerto sobre Ginebra, Edward, con sus tatuajes y piercings, llama la consideraciГіn. Los retratos en blanco asГ­В­ como sable sobre sus antepasados, detrГЎs de el novio, Asimismo parecen querer escuchar con amabilidad el relato de su complicado biografГ­a.

“Eres un mutante. Nunca tendrás hijos o una vida normal”. Con estas términos le comunica su doctor que es una sujeto intersexual. Edward dispone de 16 años y está en la consulta de el médico. Único.

A los 32 aГ±os, esta sentencia le sigue atormentando. Su voz se rompe, sobre alguna manera, de sacar su odio hacia la medicina que nunca ha sabido ni apoyarle ni protegerle. Comparte con su madre la seГ±al sobre que ha sido tratado igual que una curiosidad mГ©dica, en ocasiГіn de como un paciente joven necesitado sobre asistencia.

Un cadГЎver que va adquiriendo maneras femeninas

Cuando nace, en 1984, nada realiza presagiar que Edward pueda verse afectado por muchas alboroto en su desarrollo sexual. Su madre, no obstante, lo describe igual que “un crio que continuamente ha sido diferente”. Igual que el chico rebelde que es, su trayectoria escolar es caótica. Las dificultades Ahora comienzan en el huerto de infancia. “A las 11 años de vida le diagnosticaron trastorno sobre déficit de atención”, recuerda su madre. Después de ser expulsado sobre dos escuelas, ingresa en un internado.

Hacia las 12 años la condición se complica. Igual que sus amistades, Edward crece. Igual que las amigos, espera que su voz se torne más grave, que el vello aparezca, que su torso se convierta en el sobre un adulto. Sin embargo no pasa ninguna cosa. Ínfimo aún: su organismo toma el itinerario opuesto. “Mis caderas adoptaron clases femeninas y no ha transpirado el torso comenzó a desarrollarse”. La habilidad traumática de el adolescente. “En el internado me negaba a ducharme con los demás. No me sentía ni varón ni mujer. No me sentía nada”.

Mitos acerca de Suiza asГ­В­ como su personas

En caso de que estГЎ sobre vacaciones en Suiza, la respuesta que tengan varios de las amigos inevitablemente vendrГЎ cargada sobre clichГ©s.

A su malestar se suman palabras que hieren. “Me trataron igual que a un ‘sucio gay’”. Un insulto que Edward nunca tolerará más. Nunca separado por motivo de que nunca acepta que se insulte a las amigos homosexuales, sino porque también pone de manifiesto la incomprensión que rodea a la intersexualidad. “Como el término incluye la termino ‘sexo’, la gente a menudo cree que significa que soy homosexual, cuando la intersexualidad no tiene nada que ver con la orientación sexual”, permite hincapié levantando su voz. Casi gritando. Después rectifica desplazándolo hacia el pelo se disculpa. “Lo siento, aunque serí­a preciso que usted lo entienda”.

“Sin testosterona, mentalmente era igual que un crio de diez años: me volvía irreflexivo, carente calibrar las consecuencias de mis actos, nunca tenía límites”

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AГ±os de pesadilla

A los 16 años de vida, las médicos por fin descubren que dispone de el síndrome sobre Klinefelter, la de estas demasiadas variaciones sobre las cromosomas sexuales. En vez de el habitual XY (para los varones), Edward es XXY, lo que significa que goza de un cromosoma sobre más. Si todavía no ha superado la pubertad, serí­a porque su cuerpo humano no produce testosterona o produce poca. Así­ como le colocan un tratamiento de inyecciones hormonales una vez al mes. “Es excesivamente amargo. El líquido se inyecta en la zona de la parte de abajo de la espalda y no ha transpirado que baje pendiente mucho lapso, por motivo de que serí­a graso. No podía hacer ninguna cosa a lo largo de toda la noche o hasta un día”.

Para reducir los efectos secundarios del tratamiento, su médico reemplaza las inyecciones por parches que son menos desagradables. También, menos eficaces. “No veía el menor progreso. Igualmente, conocí a la chica muy comprensiva que me dijo que me aceptaba semejante así­ como como era y que la testosterona nunca era necesaria”. Edward se deja persuadir y no ha transpirado abandona el tratamiento. La decisión que marca el inicio sobre un período sombrío.

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