El posterior sГЎbado, Madrid se convertirГЎ en la novedosa sede de el World Pride 2017, la estampaciГіn mundial sobre la manifestaciГіn del honor Gay. Con motivo de la celebraciГіn, conviene acordarse aquella otra localidad en la cual ni los homosexuales lo tenГan tan sencillo de ligar ni eran igual sobre bien recibidos.
El dictador Francisco Franco, durante la cacerГa con sus ministros | Getty Images
De este modo, al opuesto que en AlmerГa, a donde Conforme el delirante informe, las homosexuales no eran “corrientes”, en Madrid ocurrГa exactamente lo que en Sevilla, urbe en la que se observaba “un creciente desplazГЎndolo hacia el pelo descarado aumento” de Г©stos; o que en Valencia, a donde la homosexualidad existГa “en la cuantГВa apreciable, arraigada en usuarios sobre la totalidad de las edades asГВ como tipos sociales”.
Madrid, escribiГі una oportunidad Benito PГ©rez GaldГіs, ha sido todo el tiempo naturalmente democrГЎtica, hasta en los peores aГ±os sobre su biografГa la localidad se las apaГ±Гі Con El Fin De dar cobijo a las diversos.
El cinema Carretas, cuarto complicado del franquismo
En Madrid, el mayor vertedero de aquellos gozos ocultos de el nacionalcatolicismo estaba situado, paradГіjicamente, a Гєnico unos metros sobre la domicilio General sobre convicciГіn asГВ como las calabozos, a donde gran cantidad de homosexuales dieron con sus huesos despuГ©s de acontecer pillados вЂin fraganti’ por los grises.
En la cantidad 13 sobre la calle Carretas, en el local que ocupa actualmente un bingo, se encontraba, en propГіsito, el cine sobre igual nombre. Inaugurado en 1935, el gran pantalla Carretas, primero un bazar, fue un verdadero templo gay; sobre allГЎ que se le conociera como вЂLa Catedral’, Ya que la mayoridad de homosexuales iba a la sala a “confirmarse”. AllГЎ gran cantidad de aprendieron an enlazar, mantuvieron las primeras relaciones sexuales desplazГЎndolo hacia el pelo, especialmente, supieron que nunca estaban de el al completo solos.
En вЂEl vara y la pluma’, Fernando Olmeda describe asГ el sГіrdido espacio que se respiraba en la parte de dentro del gran pantalla, al que llama “cuarto oscuro de el franquismo”.
“Al entrar por primera vez se sentГa un exacto desasosiego. Golpeaba en la nariz un espeso desplazГЎndolo hacia el pelo rancio olor. (…) En los asientos, labrados desplazГЎndolo hacia el pelo de terciopelo colorado, nunca faltaban restos acumulados sobre innumerables eyaculaciones”.
“En las filas delanteras, estaban las вЂpajilleras’, y no ha transpirado en el pasillo central las вЂchaperos’. Dicen que un parroquiano situado en la Гєltima fila se encargaba de cristianar al reciГ©n llegado con la felaciГіn gratuita. Era la franja conocida como вЂla lavadora’”.
Otros cines sobre Madrid en las que los homosexuales encontraron refugio han sido el Postal, el Ideal y el Alba, aunque nadie gozГі sobre la prestigio de el Carretas. AllГ situГі JoaquГn Sabina a su вЂJuana la loca’, el hombre casado y no ha transpirado con hijos que un dГa, “despuГ©s sobre toda la vida desprovisto alcanzar conseguir las plumas”, se pintaba la boca y no ha transpirado se echaba a las travesГВas de Madrid con tacones desplazГЎndolo hacia el pelo bolso. TambiГ©n aparece el gran pantalla en una escena de la pelГcula “Navajeros”, de Eloy del clero.
La milla rosa
La cantidad al cinema Carretas fue igual, que las calles aledaГ±as se convirtieron en un verdadero reducto homosexual. Antes que Chueca, fue esta franja la favorita por las gays. En la calle Victoria, por ejemplo, se encontraban unos populares billares frecuentados por los chaperos y no ha transpirado sus usuarios, desplazГЎndolo hacia el pelo igual que la vuelta del Carretas daba a la de Espoz desplazГЎndolo hacia el pelo Mina, el pasaje sobre Matheu, que conecta ambas, se convertГa en una autГ©ntica fiesta luego sobre cada sesiГіn sobre cine.
AdemГЎs habГa mucho clima en el pasaje subterrГЎneo que conectaba la plaza de Canalejas con la Carrera sobre San JerГіnimo. Concretamente, frente al escaparate de una zapaterГa llamada вЂLos guerrilleros’.
En 1995, el gran pantalla Carretas cerrГі Con El Fin De invariablemente sus puertas, aunque hacГa ya bastantes aГ±os que habГa perdido su “funciГіn social”. Tomadas actualmente por los pubs irlandeses, los calamares y no ha transpirado las patatas bravas, han sido estas travesГВas a espaldas de la Puerta de Sol las primeras en las que pudo respirarse cierta liberaciГВіn.
MaricГіn rico, maricГіn pobre
Igual que recogГa el informe primeramente citado, la homosexualidad en Madrid estaba arraigada en todas las tipos sociales. Conforme se tuviera o no dinero, habГa, sin embargo, dos ciudades excesivamente distintas, que se correspondГan, a su vez, con dos tipos sobre homosexual excesivamente variados. Dice un popular chiste, homosexual es el que posee dinero, asГВ como maricГіn el que no. Sobre la misma modo, no era exactamente lo ser gay en el barrio Salamanca que en Vallecas.
Los homosexuales con parnГ©, borrar older women dating de comenzar, solГan utilizar de una segunda vivienda a la que llevar a las amantes. Otras veces preferГan correr a Salou o Sitges o, directamente, exiliarse al extranjero, aunque habГa en Madrid algunos bares como el Oliver o el VendГґme a donde el “pecado nefando”, el “extravГo sexual” o el “vergonzoso vicio”, sinГіnimos que se dio a la homosexualidad en la dictadura, pasaban por dandismo al cruzar la puerta de estos exclusivos lugares.
BaГ±os pГєblicos desplazГЎndolo hacia el pelo vagones de Metro
Las homosexuales mГЎs humildes, por el opuesto, se veГan arrastrados a las zonas menos nobles de la localidad. Aparte de el cine Carretas desplazГЎndolo hacia el pelo los aledaГ±os sobre la calle Espoz desplazГЎndolo hacia el pelo Mina, solГan emprender sus conquistas en los baГ±os pГєblicos, estando las favoritos sobre entonces los sobre Tirso de Molina, los de Sol, las de las SГіtanos de la Gran VГa o los de la estaciГіn de Atocha.
Asimismo en el Гєltimo vagГіn de la lГnea 2 sobre Metro, aunque en unos desplazГЎndolo hacia el pelo otros sitios uno invariablemente se arriesgaba an acontecer sorprendido por los vigilantes. En muchas ocasiones, todos estos actuaban como encanto.
A veces, da la impresiГіn de que si determinados homosexuales se arriesgaban a maquillarse asГВ como conseguir las plumas en plena vigencia sobre la ley que los condenaba, tal ocasiГіn fuese con la intenciГіn de adornar las desangelados lugares en las que tenГan que juntarse.